Lo más deprimente del disco Belus de Burzum, una de las bandas más importantes del Black Metal de la década pasada, no fue la música, sino el hecho de que esta banda de un solo hombre no había evolucionado, a diferencia de miles de bandas de Black Metal que han llevado su música a lugares insospechados mediante una arriesgadísima dirección experimental, Burzum se quedó dónde mismo, ignorando sus avances electrónicos y ambient y retomando una dirección que suena ya obsoleta, si, da gusto escuchar nuevamente esas guitarras llenas de rabia y odio y esas baterías a ritmos meta anfetamínicos, pero la verdad esperábamos más, esperábamos que Burzum se colocara nuevamente en la punta del movimiento, que esos años de encarcelamiento de su creador y único miembro fuesen años invertidos en cómo llevar el concepto más allá, si bien Burzum se había acercado a un nuevo concepto musical mediante obras minimalistas en teclado, su autor las desechó por completo en el Belus y más que una obra visionaria, nos dio la obra de un adolecente llenó de rabia que desea sólo hacer ruido, bien por Burzum, por su nueva juventud ganada, mal por sus seguidores que se quedaron esperando la evolución.

Dejemos ese complejo término en manos de otras bandas que irónicamente fueron inspiradas por Burzum, pero que ahora han agregado dosis poderosas de otros géneros para llevar el sonido a un contexto más vanguardista, no por nada tenemos a bandas como Wolves in The Throne Room, Nadja, Velvet Cacoon o los Pyramids, entre otros que han hecho creaciones que aunque se basan en el Black Metal, lo mezclan con psicodelia, música ambient, shoegaze y música electrónica, dejando boquiabierto a más de uno y expandiendo así la base de seguidores del genero. 

Otra banda de un solo hombre Xasthur, la banda formada únicamente por Malefic, personaje ya legendario en el Black Metal estadounidense, ha sabido manejar una dirección bastante interesante dentro de su ejecución musical, yendo del típico y rábido ruido de los inicios del genero, y derivando en nuevas e interesantes incursiones en sonidos electrónicos, ambient y góticos, si bien Xasthur no está precisamente a la vanguardia y su música siguiera pareciendo terroríficamente primitiva (claro, siempre apegándose a la estética lo-fi o de sonido de baja calidad, su sonido pareciera reclamar una esencia única que pocas bandas han alcanzado, alcanzando proporciones verdaderamente dramáticas.

Lo que más disfruto de los discos de Xasthur es que sus discos no parecieran seguir las “leyes” del mercado, no suenan a esa basura que abunda conocida como Dimmu Borgir y Cradle of Filth, no, es obvio que Xasthur se ha convertido en la antítesis de todo eso, es obvio que sabe que su religión sónica ha sido profanada y prefiere llevarse esa esencia bajo tierra, la obra de un solo hombre que busca mantener la llama encendida y vigente, me llama poderosamente la atención él como Xasthur esta vez, con su Portal of Sorrow nos integra en un mundo bi polar y a la vez paralelo, por un lado el trabajo casi clásico de la batería, el bajo, el piano, cabe destacar por un lado una sección rítmica que esta vez en ocasiones se acerca deliciosamente a lo tribal, sonando casi a como si los Can se unieran a Xasthur, por otro lado el ensamblado clásico del piano, paralelo a esto, corre toda una historia de terror, Xasthur nos receta sus ya conocidas vocales desgarradoras y teclados etéreos, cuasi ambientales que nos dejan sentir el frío y la desolación de la mismísima selva negara en Europa.

Tristemente se dice que este es el último capítulo en la historia de Xasthur, no así, esperemos para el buen Malefic, quien es obvio a superado musicalmente su propio concepto, para un personaje que se ha “codeado” con gente como los Sunn O))), ya tan cercanos a la composición moderna, no es de extrañarnos que el propio Malefic ya esté buscando nuevos medidos para su producción musical y que ellos obviamente se reflejen en este su más reciente trabajo.
Si bien este no es el mejor disco de la historia de la banda, es una manera impresionante de despedirse, llevando en alto (o será en bajo?) firmemente el estandarte de la banda, aquella oscuridad, la depresión y una sensación de desesperación mórbida, sin duda una obra maestra de un personaje musical que supo imprimirle sentimiento e inteligencia a un genero hasta cierto punto frío y rudimentario, desde su sótano, con su propia visión y bajo las reglas de su propio universo, como debe ser.